A veces los milagros ocurren y lo del pasado sábado fue verdadera magia. Una magia que viene de los grandes maestros del oficio, la factoría Disney, puesta en acción en un gran espectáculo que fascinó a pequeños y no tan pequeños. Pero la magia también puede venir del corazón humano y esa clase de magia es la que no terminan tras dos horas de música y aplausos. Esa dura para siempre.

Para que se produzca ese segundo tipo de magia se tienen que dar varios factores. Y en el cuento que se relata a continuación se dieron todos ellos. Éste tiene un principio y sus protagonistas, como las mejores historias de amor, de esas en las que Disney también es experto.

Hace allá como 10 años, Esther Delgado se presentó a un casting de la empresa aprovechando sus dotes en interpretación -lleva toda su vida dedicada al teatro con la compañía CTV de Dos Hermanas-. Y qué mejor sitio para desarrollar su arte que en ese lugar en el que los sueños se hacen realidad.

Algo después, en 2007, esta artista desembarcó en la Asociación Paz y Bien para dedicarse profesionalmente a las funciones de educadora en el área de Menores. Así, primero en Villa Elvira, luego en San Francisco y más tarde en Los Olivos, Esther comenzó a dar lo mejor de sí misma para hacer más feliz la vida de estos niños y niñas, para los que la asociación se convierte en su hogar.

Durante algunos años, Esther estuvo compaginando su pasión con su vocación, su hobby y su trabajo. Como en todo cuento que se precie, para que la historia de amor pueda llegar a buen puerto no puede faltar un hada madrina. Y ¡tachán!, deseo concedido. Un buen día, durante un almuerzo, conoció a la señorita Almudena, representante de ‘The Walt Disney Company Iberia’. Nuestra Esther le relató cuál era su trabajo y le habló de los centros, de menores del sistema de protección, etc.

El flechazo fue instantáneo, de esos que en cualquier película de Disney hubiera estado rodeado de purpurina, animales que hablan y una música verdaderamente preciosa. Todo muy mágico. No hizo falta ningún príncipe que con su beso rompiera el hechizo, ya que nuestras protagonistas se pusieron manos a la obra ellas solitas. Desde entonces, no faltan ropa, material escolar y complementos de la marca para nuestros niños.

Almudena habló a su compañera Beatrice sobre nosotros, sobre nuestros centros de menores, sobre Esther y no se lo pensó. Ambas de desviven en atenciones hacia nuestros pequeños, para lo que nuestra compañera tiene tantas gracias que dar que le faltan días para dárselas.

El pasado sábado sí que hubo purpurina, un gran equipo de baile y música de la que levanta al más tímido. Hubo magia. Pero lo verdaderamente mágico fue el hecho de que casi 200 menores tutelados y personas con discapacidad intelectual, trabajadores de esta asociación y sus familias, disfrutaran del concierto en Sevilla de la gran estrella del momento de la factoría, Violetta, en el mejor de los sitios, casi a pie de escenario. Todo porque Almudena y Beatrice se acordaron de Esther y le pusieron las entradas a su disposición. Esa fue la verdadera magia, la que perdurará siempre.

Gracias Disney por toda tu magia