Bilal Derrak, un joven tangerino que llegó a España con 14 años, pasó por varios centros de protección a la infancia hasta cumplir 18 años, edad en la que entró un piso del Programa ‘Mayoría de Edad’ de Paz y Bien. Allí, este chico se ha preparado durante tres años para adaptarse lo antes posible a una vida independiente y conseguir estabilidad, para lo que ha contado con ayuda de los profesionales de este recurso y la entidad. Recientemente, Bilal ha comenzado a trabajar en el centro comercial de Carrefour en San Juan de Aznalfarache, donde cada día demuestra los valores que ha adquirido durante su paso por esta asociación.

¿Cómo y cuándo llegas a Paz y Bien? A nivel personal, ¿cómo te encontrabas en ese momento?

El primer contacto que tuve con esta asociación fue con el Programa ‘Mayoría de Edad’ al cumplir 18 años, después de pasar por cinco centros de protección a la infancia. El paso de un centro a la calle es muy complicado. Pasar de estar que te lo pongan todo por delante a asumir la responsabilidad de uno mismo, a luchar por ti y aprender a valerse, es difícil. Tienes que pensar que todo lo que hagas en ese momento va a repercutir en un futuro en tu vida,  y esa presión, por así decirlo, la noté.

¿Qué aporta ‘Mayoría de Edad’ a una persona en tus circunstancias?

El trabajo en el plan de mayoría me ha enseñado todo lo que no sabía. Me ha abierto los ojos. Llegué a esta asociación como un niño recién salido del centro y a día de hoy soy más maduro, o eso creo (risas).  La realidad es que la madurez que tengo la adquirí en ese piso.

La libertad que te dan en este programa es lo que te hace madurar, la formación que aquí obtiene uno es gracias a que te ponen a prueba y eso a mí me ha permitido desarrollar una autonomía de la que estoy agradecido. El paso por el programa ‘Mayoría de Edad’ en Paz y Bien no lo cambiaría por nada. No creo que hubiera una opción mejor que ésta.

El primer paso que diste al salir de ‘Mayoría de Edad’…

Me fui con un amigo a un piso cerca del centro de Sevilla. No tenía un trabajo fijo por entonces, trabajaba en un quiosco de prensa y sólo me llegaba para el alquiler y comer, pero fue cuando gracias al contacto que mantenía con los responsables del programa  conseguí entrar en Carrefour.

¿Qué valoración haces de tu paso por Carrefour hasta la fecha?

La primera semana no diría que fuese complicada porque es verdad que te ayudan mucho, pero sí fue algo compleja, como puede ocurrir en cualquier trabajo cuando entras por primera vez. Eso sí, ya he cogido el ritmo y de momento estoy muy a gusto con lo que hago como reponedor dentro y fuera del almacén.