Entrevista a Felipe Castro, director gerente de Emvisesa, publicada en el boletín digital 78 de Paz y Bien.
Felipe Castro Bermúdez- Coronel. Sevilla, 1974, Arquitecto. Director gerente de la Empresa Municipal de Vivienda, Suelo y Equipamiento de Sevilla (EMVISESA) desde septiembre de 2015, cuando cesó como Jefe del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache. Especialista en la redacción y supervisión de planes urbanísticos, proyectos de reparcelación, convenios urbanísticos y programación. Inició su andadura profesional en Graz (Austria). Prefiere el trabajo en equipo y habla y escribe inglés y alemán. Dedica su tiempo libre a su familia, a escuchar música y a leer. Disfruta de la playa en cualquier época del año.
La situación actual originada por la COVID-19 ha desembocado en una crisis económica y social en la población. ¿Cómo se ha afrontado desde Emvisesa y qué medidas ha puesto en marcha en materia de vivienda para paliar estos efectos?
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emvisesa y en coordinación con el área de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, ha aprobado Protocolos ordinarios y extraordinarios para contribuir a aliviar las dificultades económicas que la crisis de la COVID-19 ha causado y está causando a inquilinos, propietarios, autónomos emprendedores, entidades sin ánimo de lucro y proveedores.
Se trata de medidas excepcionales enmarcadas en la estrategia de apoyo social a familias que se coordina desde el Comité de Seguimiento Municipal del coronavirus presidido por el propio alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
Estamos muy orgullosos de que Emvisesa haya sido una de las primeras empresas públicas a nivel nacional, y me atrevería a decir internacional, en habilitar una batería integral de programas de ayuda a afectados por la COVID-19. Y no me refiero tan sólo al nivel de planteamiento teórico: en el mes de marzo Emvisesa ya tenía operativo un espacio en la web de la empresa municipal que permitía que toda la tramitación de ayudas se realizara de manera telemática, con apoyo telefónico en caso de ser necesario.
“Las viviendas cedidas por el Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emvisesa, contribuyen al desarrollo de programas para la integración socio-laboral de colectivos”.
Emvisesa ha dispuesto ayudas a inquilinos de viviendas de Emvisesa, ayudas a propietarios de viviendas de Emvisesa, ayudas a arrendatarios de locales comerciales, talleres y oficinas de Emvisesa; ayudas a inquilinos de viviendas de Emvisesa que desean permutar su vivienda por otra con una renta adecuada a su nueva situación económica; ayudas a proveedores de Emvisesa. Incluso hemos celebrado una convocatoria con sorteo ante notario para adjudicar un mínimo de 12 viviendas a personas que buscan vivienda en alquiler o alquiler con opción a compra y se han visto económicamente perjudicadas por la crisis provocada por la COVID19.
¿Está previsto ampliar esas medidas?
Se trata de muchos y muy diferentes programas de ayuda, cada uno de los cuales posee sus propias características y plazos. Por ejemplo, el plazo para solicitar las ayudas a inquilinos ha finalizado entre junio y julio, pero no significa que las ayudas finalicen.
En otros casos, como las ayudas a proveedores, no existe plazo de caducidad.
En general, las ayudas cubren como mínimo todo el plazo de vigencia del estado de alarma, pero contemplan la posibilidad de ampliación hasta que Emvisesa lo determine. En muchos casos se trata de fraccionamientos que cubren 36 meses. Es necesario estudiar la afectación de inquilinos, propietarios, entidades sin ánimo de lucro y emprendedores. Ahora se ponen en marcha diversos planes de ayuda estatales y autonómicos y es necesario saber si son suficientes o requieren la ampliación de las medidas propias de Emvisesa.
¿De qué forma colabora Emvisesa con entidades del Tercer Sector como Paz y Bien?
Emvisesa contribuye a dar visibilidad a colectivos compuestos por personas con un potencial no sólo increíble sino necesario para la sociedad. Sevilla no puede permitirse renunciar a todo lo que estas personas pueden aportarnos.
Históricamente hemos tendido a penalizar al “diferente” y muchas personas han tenido dificultades de integración por el color de su piel, su religión, su género, su orientación sexual, su ideología,… Merece la pena que una sociedad realice un esfuerzo para integrar a todos sus miembros. Estamos asistiendo a las graves consecuencias de una integración deficiente en medio mundo. La
discriminación positiva puede ser la chispa necesaria, ese pequeño apoyo para que una persona con dificultades de inicio pueda empezar a volar sola.
Desde mayo de 2015 hasta diciembre de 2019 Emvisesa ha cedido 21 viviendas, duplicando la cesión de viviendas a entidades SAL respecto al total histórico. Emvisesa tiene un total de 39 viviendas activas cedidas a entidades SAL.
Estas asociaciones trabajan para facilitar la integración socio laboral de personas con discapacidad intelectual o trastornos del espectro autista; inmigrantes y refugiados; y personas en riesgo grave de exclusión social, como jóvenes sevillanos sin recursos.
Acceden en condiciones ventajosas de alquiler a una vivienda pública y devuelven a a sociedad sevillana mucho más de lo que han recibido, mediante la atención de miles de personas en riesgo de exclusión social y la creación de cientos de puestos de trabajo.
La relevancia de estas cesiones no se encuentra tan sólo en la cantidad de viviendas, sino en las características de las entidades receptoras y en la creación de un procedimiento basado en la convocatoria pública.
Las viviendas públicas cedidas por el Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emvisesa, contribuyen al desarrollo de programas para la integración socio-laboral de colectivos que cuentan con una especial problemática a la hora de la inclusión. Parte fundamental de dicha integración es facilitar la incorporación al mundo laboral a los destinatarios de los programas.
Buena parte de los convenios se han venido enmarcando en el Plan de Inversiones y Fomento del Empleo del Ayuntamiento de Sevilla, que está permitiendo rehabilitar viviendas para fines sociales. Gracias a este Plan y, concretamente, a la aportación económica realizada por parte de la Delegación de Empleo y Bienestar Social, Emvisesa continúa cediendo viviendas a entidades sin ánimo de lucro, tras detectar el efecto positivo en el empleo directo e indirecto de dichas cesiones. Con el aval del éxito obtenido en una veintena de proyectos durante la presente legislatura, son muchas las asociaciones de todo tipo que participan en las convocatorias públicas abiertas por Emvisesa, de una manera transparente que garantiza la libre concurrencia y dota de una mayor agilidad a la tramitación de los procesos.
También hemos puesto en marcha una convocatoria pública para la cesión de locales comerciales de Emvisesa a entidades del tercer sector, en el marco del Programa Tres Barrios-Amate para la dinamización de zonas desfavorecidas. Gracias a la misma, asociaciones como Asaenes, Save The Children o Ápice están defendiendo los derechos y mejorando la calidad de vida de personas con problemas de salud mental, niños y personas afectadas por la epilepsia, respectivamente. Gracias a la cesión de locales comerciales a entidades sin ánimo de lucro Emvisesa ya posee ejemplos positivos de dinamización social, económica y cultural de las zonas en las que se asientan entidades como “Acción contra el Hambre” (San Jerónimo), que están sirviendo como guía para futuras intervenciones en otros distritos de la ciudad.
¿Qué relación une históricamente a la Empresa Municipal de la Vivienda con Paz y Bien?
Si la memoria no me traiciona son siete las viviendas que Emvisesa mantiene cedidas a Paz y Bien en condiciones ventajosas. La relación se remonta a principios de siglo, aunque se ha reforzado notablemente en los últimos cinco años.
De hecho, en 2017 suscribimos un convenio entre ambas entidades con el fin de ceder viviendas en las que personas con discapacidad intelectual, apoyadas por profesionales, pudieran desarrollar un entrenamiento que las preparase para una vida independiente.
Fue una de mis primeras preocupaciones como gerente de Emvisesa y creo que supimos ver la importancia de alimentar esta relación. Recuerdo que la firma tuvo lugar en nuestra anterior sede de la calle Bilbao y compartí unos momentos extraordinarios con Pepa y dos jóvenes que iban a estrenar las dos primeras viviendas cedidas en el marco del acuerdo.
Además de las viviendas cedidas, nos han unido jornadas, premios, colaboraciones de diverso tipo… Una de las más destacadas fue el encargo que hicimos a Paz y Bien para fabricar una escultura que actualmente se encuentra en Bilbao. Os encargamos la producción de una escultura que representara a Sevilla en un acto de hermanamiento con la ciudad de Bilbao y tuvisteis el extraordinario detalle de regalarnos un impresionante puente, hecho en uno de vuestros talleres ocupacionales, en el que están todos los valores que compartimos y queremos transmitir al mundo.
Hace un año pudo conocer in situ varios de los proyectos que lleva a cabo nuestra entidad gracias a la colaboración con la empresa municipal de la que es director gerente. ¿Puede contarnos cómo vivió la experiencia y qué le parecieron los proyectos?
En mayo de 2019 realizamos una visita a tres de las siete viviendas que Emvisesa tiene cedidas en alquiler a la Asociación Paz y Bien, en el marco del convenio suscrito entre ambas instituciones para facilitar la inclusión de personas con discapacidad intelectual.
Me acompañó Pedro González-Quevedo, director del Área de Gestión de Emvisesa. Los anfitriones, además de los inquilinos de las tres viviendas, fueron José Luis Gordillo e Israel Montes, responsables de proyectos y programas de la asociación. Fue una experiencia muy valiosa en lo personal y en lo profesional. Dos de las viviendas, situadas en Pino Montano, sirven para desarrollar el Programa Timonel, que aspira a que los participantes dejen de ser dependientes y accedan a un puesto de trabajo estable. Descubrimos in situ cómo Timonel es la primera experiencia de vida autónoma para numerosos jóvenes e implica una supervisión diaria y cercana por parte de los tutores de Paz y Bien. Las viviendas se constituyen como pisos de entrenamiento, en un paso previo a la independencia.
En esta visita, pudo compartir momentos con las personas usuarias de nuestra asociación que viven de forma independiente en estas viviendas o que reciben formación para la promoción de su autonomía. ¿Cómo fue el encuentro? ¿Es consciente de cómo repercute en las personas beneficiarias?
La tercera vivienda que visitamos se encuentra en Santa Aurelia y supone un estadio más avanzado hacia una vida completamente autónoma. En ella tuvimos la suerte de charlar con Rocío, Jesús y Alfredo. En aquel momento los tres disfrutaban de un empleo y espero que la crisis no haya cambiado dicha circunstancia.
Rocío me habló de su objetivo de independizarse. Quería seguir creciendo como persona y en esta vivienda lo estaba logrando. Jesús y Alfredo también destacaron la importancia de la vivienda en su proyecto de vida independiente. Que nuestra pequeña contribución adquiera semejante dimensión nos provoca una satisfacción indescriptible.
¿Considera la vivienda como una herramienta para la inclusión e inserción socio-laboral?
Absolutamente. Y no sólo para las personas tradicionalmente reconocidas como pertenecientes a colectivos con dificultades de integración. Sabemos que una persona que pierde su empleo puede iniciar un proceso que concluye con la pérdida de otros pilares vitales como la vivienda o la propia familia. Pero la carencia de un alojamiento asequible también puede disparar dicho proceso de aislamiento o empeorar patologías previas. No dejamos de estudiar proyectos alternativos como los puestos en funcionamiento por las autoridades de Helsinki desde 2008, que han demostrado la relación entre vivienda y bienestar; con resultados extraordinarios en personas del espectro autista, en la disminución de los problemas de alcoholismo y en el aumento de la empleabilidad.
En 2017 recibió el Premio que otorga nuestra entidad, en reconocimiento a la labor y compromiso de Emvisesa con la discapacidad y la exclusión social. ¿Qué supone para la empresa municipal de la vivienda este tipo de reconocimientos?
Cualquier premio es una recompensa que te da seguridad y confirma que estás haciendo bien tu trabajo. En el caso del premio que nos otorgó Paz y Bien en noviembre de 2017 es mucho más. Lo conservo en mi despacho a la vista de todos porque nos hace sentir muy orgullosos.
Entendemos el premio en la categoría “Apoyo Institucional” como un reconocimiento especialmente cariñoso del amparo prestado por Emvisesa a colectivos afectados por la discapacidad y la exclusión social.
El acto coincidió con el Día Internacional de las personas con discapacidad y muchos aún lo recordamos como un ejemplo de espectáculo bien organizado, con momentos muy tiernos como el que protagonizó José María Terán ‘Koke’.