Carlos Arbizu Sabater
Autogestor en Alcalá de Guadaíra

Carlos Arbizu acude cada día a su centro de Día Ocupacional para Personas con Discapacidad María Luisa de Velasco, en Alcalá de Guadaíra. Además de ser autogestor, ejerce también como validador de Lectura Fácil tras formarse para ello en el seno de la entidad, de la mano de profesoras de la Universidad Pablo de Olavide.

¿Cómo comenzó su trabajo en Lectura Fácil?
Pues ahora es algo que me parece cercano, pero cuando empezamos no sabíamos nada. Yo había escuchado hablar de la Lectura Fácil, pero no me imaginaba lo que suponía. Hasta el año pasado que nos llamaron a otros compañeros del grupo de Autogestores y a mí para participar en un curso de formación en Lectura Fácil. Nos acompañaron también varios profesionales. En esa formación empezaron desde cero y poco a poco fuimos aprendiendo todo lo necesario para convertirnos en validadores de Lectura Fácil.

Para quienes no conocen este tema, ¿qué es la Lectura Fácil?
Pues, básicamente, es hacer comprender a cualquier persona un texto. Para una persona con discapacidad puede ser complicado entender las palabras que se usan, por ejemplo, en las noticias o en un libro. Para que no pase eso, cogemos el texto original y lo traducimos usando un lenguaje claro y sencillo que sea comprensible para todos.

¿Para qué es importante?
Pues para todo. Gracias a la Lectura Fácil, las personas con discapacidad podemos entender cualquier texto. Quizás no nos damos cuenta, pero se usan palabras muy complejas y resulta complicado entender algunas cosas.
Las personas con discapacidad tenemos derecho a informarnos, pero no podemos hacerlo si no entendemos los textos. Por ejemplo, a mí me encanta leer las noticias en mi móvil y buscar cosas en internet, pero muchas veces tengo que pedir a alguien que me ayude a entender las palabras. Si ese material estuviese adaptado, yo no necesitaría del apoyo de nadie y sería más autónomo.

¿En qué más cosas le ayuda la Lectura Fácil?

Pues por ejemplo, a mí me encanta aprender cosas nuevas. Cuando era joven y estaba estudiando quería seguir formándome y me matriculé en un grado medio. Pero mis padres me tuvieron que quitar porque yo ya no entendía los libros de texto. Si ese material hubiese sido más fácil de entender, yo podría haber conseguido esa formación y, ¿quién sabe?, mi vida podría haber sido diferente. Igual que muchos cursos que han salido que aunque sean para personas con discapacidad, si el material no se adapta a nosotros nos resulta mucho más complicado.

¿Además del curso, que otras acciones estáis haciendo desde autogestores?

Pues después de formarnos nos encargamos de la traducción y validación de unos libros de texto que se usan en la Universidad como parte del Proyecto I.H.E.S., que fue un trabajazo. Primero se encargaron los profesionales de traducirlo y luego las personas con discapacidad lo validábamos. En esas validaciones podíamos estar dos o tres horas leyendo, haciendo las correcciones y asegurándonos de que el texto se entendiera perfectamente. Ahora que sabemos todo lo que hay detrás, me gustaría que si alguien ve un texto en Lectura Fácil entienda el gran trabajo que hay detrás.

Después de hacer todo eso, nos invitaron a la Universidad Pablo de Olavide a presentarlo y nos dieron la oportunidad de explicar todo nuestro trabajo. Ese momento fue muy emocionante, nos sentimos muy orgullosos de poder estar allí y será una experiencia que no olvidaré.

Y ahora, ¿qué nuevos proyecto os planteáis?

Ahora estamos a la espera de nuevos trabajos de traducción o incluso más formación que nos amplíe lo que sabemos. Lo que tenemos claro es que hay que seguir trabajando en la Lectura Fácil y estamos deseando que vengan cosas nuevas.