Seis días han bastado para demostrar que todo el mundo es capaz de aportar, de sumar, de integrarse en otros entornos desconocidos o difíciles de acceder normalmente. Seis días han servido para que los vecinos de la Sierra de Huelva vean las capacidades de personas que día tras día luchan por desintegrar las barreras de la desigualdad que se interponen a su paso.

Y es que la riqueza de la sierra, dicen, está en su gente. Una riqueza que nosotros podríamos transformar en hechos, en las experiencias vividas a lo largo de esta semana en la que se ha llevado a cabo el ‘III Proyecto de Integración Social en el entorno rural‘. Todos han sumado su grano de arena y así lo hemos presenciado desde la inauguración en la Mezquita de Almonaster la Real. A partir de la segunda jornada vinieron los campos de trabajo en Jabugo, donde nuestros chicos y chicas trabajaron codo con codo junto a empleados del ayuntamiento, la convivencia en la Peña Arias Montano de Alájar, junto a más de 200 escolares y otros colectivos sociales que realizaron actividades de inclusión, los trabajos en Cumbres Mayores, donde la Asociación Albillo se sumó a las tareas de rehabilitación y pintura, así como otros muchos que se han llevado a cabo en municipios como Fuenteheridos o La Nava. El club senderista ‘Zorropié’ colaboró en la actividad llevada a cabo en Cortelazor con la que se puso el punto y final a la tercera edición de este proyecto.

Decía María Matos, directora de la residencia ‘El Chanza’ e impulsora de esta iniciativa, que “este ha sido el año que más integración ha habido”. “La colaboración de las 12 localidades de la provincia y otras asociaciones ha sido fundamental para hacer posible la integración de las personas a las que acompañamos. A lo largo de esta semana hemos visto no sólo la cohesión de nuestras personas usuarias en su grupo de trabajo, sino la disponibilidad e integración con los propios trabajadores de los diferentes ayuntamientos, con los diferentes colegios y sus alumnos y alumnas que, por primera vez muchos de ellos, han conocido las capacidades de nuestras personas usuarias, y lo más importante, ven en nuestros chicos y chicas una oportunidad de seguir aprendiendo y colaborando con nuestra asociación”, señalaba.

Las nuevas alianzas formadas, los nuevos adeptos que se suman a la máxima de Paz y Bien por la integración de los colectivos en riesgo de exclusión, y en concreto, el de las personas con discapacidad intelectual, reafirman la importancia de un proyecto como éste, con el que seguimos velando por los los derechos de las personas, y por supuesto, una mejora en sus proyectos y calidad de vida.

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