• Tres jóvenes con discapacidad intelectual andando por la calle
  • Dos personas concretan las tareas de la casa con una trabajadora del Proyecto Generador.
  • La presidenta de nuestra asociación posando junto a los responsables del programa TIMONEL, para la emancipación de las personas con discapacidad intelectual

La emancipación constituye un hecho trascendental para cualquier ser humano, no solo por las salvaguardas y responsabilidades jurídicas que conlleva, al erigirse como el paso a una nueva etapa de nuestras vidas en donde la consideración que tendremos en la sociedad, nuestra familia y en el círculo relacional más próximo, sin lugar a dudas cambiará. Erróneamente queremos asignarle una impregnación de madurez que, rara vez, habilita para un desenvolvimiento totalmente independiente, con más énfasis aún en determinados sectores de población.

Probablemente esta sea la justificación por la cual, en diferentes disposiciones legislativas de infancia y planes específicos del sector en Andalucía, se le otorgue una posición especial a la implementación de actuaciones de emancipación en personas jóvenes que finalizan su recorrido por el sistema de protección de menores. Y, es precisamente en este espacio, donde la Asociación Paz y Bien inició el año 2017 el programa TIMONEL, con una particularidad adicional: su orientación a personas jóvenes con discapacidad intelectual que, además, no contaban con apoyos familiares o sociales que les permitieran insertarse en un medio con suficientes garantías.

Si bien el Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia generó un modelo altamente innovador y proteccionista en nuestro país, no es menos cierto que se estandarizaron procedimientos que, de algún modo, pueden condicionar un desenvolvimiento individual con los refuerzos suficientes. La experiencia conjunta de entidades del Tercer Sector y la Junta de Andalucía fue decisiva para detectar la existencia de personas jóvenes con discapacidad que, por un lado, no contaban con los reconocimientos administrativos requeridos para el acceso a un entorno residencial de los llamados ‘tradicionales’ y, por extensión, no tenían la oportunidad de acceder a programas de emancipación específicos, aun habiendo estado bajo una medida de protección durante la minoría de edad, por su inexistencia.

Durante cuatro años hemos desarrollado un programa gracias al cual, jóvenes procedentes de Sevilla, Huelva, Córdoba y Jaén han contado con un soporte profesional esencial que les ha permitido avanzar en su autonomía, continuar con su formacion e incorporar mejoras competenciales claves en el mercado laboral, adquirir habilidades y destrezas en el ámbito doméstico,  contribuyendo de algún modo a la sociedad del futuro, en la cual todas las mujeres y los hombres han de ser iguales y disponer de las mismas oportunidades. A pesar que diciembre supondrá la finalización de TIMONEL, el compromiso de la ciudadanía debería mantenerse vigente; es momento de reflexionar sobre como han de fortalecerse estas líneas de intervención social, priorizando la especialización de las entidades ejecutantes sobre el posicionamiento geográfico.