“Para ver las capacidades que tenemos como trabajadores, las empresas tienen que darnos esa oportunidad”

Maribel Cáceres, miembro de la Junta Directiva de Plena Inclusión España, es una activista que lleva muchos años en el movimiento asociativo Plena inclusión, formando parte del equipo de líderes de personas con discapacidad intelectual y de la Junta Directiva, en la que es Vicepresidenta. Es la primera persona con discapacidad intelectual en ocupar este puesto en los 64 años de historia de Plena inclusión. A sus 36 años, tiene una larga trayectoria en cargos de responsabilidad del movimiento de la discapacidad. Cáceres es miembro del Consejo Ejecutivo de CERMI Estatal, ha sido patrona de CERMI Mujeres y es presidenta de la Asociación Extremeña de Mujeres con Discapacidad Intelectual.

Como miembro con cargos de responsabilidad en entidades del mundo de la discapacidad como Plena Inclusión y Cermi Mujeres, ¿qué puedes aportarnos sobre tu experiencia y papel en estos núcleos?

Aporto la visión de mi colectivo, de todas las personas con discapacidad intelectual, y la visión de personas con grandes necesidades de apoyo. Lo que nos preocupa, por las cosas que queremos luchar, nuestra opinión. Aporto nuestra realidad.

¿Cuánto es de importante y necesaria la participación de personas con discapacidad y familiares en estos órganos de dirección?

Es muy importante, fundamental diría yo. Al fin y al cabo, nuestras entidades están formadas por personas y familias. Si solo se escucha a una parte, la otra queda silenciada.

Siguiendo la línea participativa, has sido la primera persona con discapacidad intelectual que se ha podido dirigir a miembros de la Cámara alta en España. ¿Qué ha supuesto para ti, a título individual, y qué crees que ha supuesto para el colectivo en general?

Para nuestro colectivo ha servido para dar visibilidad a las personas con discapacidad intelectual y demostrar que tenemos opinión propia y es su obligación escucharnos y valorarnos. Ha sido un momento histórico para nuestro colectivo y que no debe olvidarse.

A nivel individual, ha sido un orgullo poder hablar en el Senado y ser la primera persona con discapacidad intelectual en llegar tan lejos. Habían intervenido personas de otras entidades del Tercer Sector, pero nunca de nuestro movimiento asociativo, Plena inclusión.

Recientemente se aprobaba la ley 8/2021, de 2 de junio, por la cual se garantiza un sistema basado en la voluntad y preferencias de las personas con discapacidad, así como la promoción de la autonomía. ¿Qué opinión te merece esta ley? ¿Crees que es suficiente para la voz y los apoyos que necesitan y merecen las personas con discapacidad?

Es muy importante denunciar la discriminación que recoge esta reforma, tal y como ha manifestado ya Plena inclusión, la Asociación Española de Fundaciones Tutelares y el Consejo General de la Abogacía. Y por ello es necesaria la modificación del artículo 42, que no permite a las personas con discapacidad intelectual beneficiarse de la defensa gratuita, como el resto de la ciudadanía. Dada la gravedad de este recorte en nuestros derechos, se sitúa a la persona con discapacidad en una situación de absoluta indefensión.

Como mujer con discapacidad intelectual, puedes contarnos cuáles son los principales problemas que os encontráis en la sociedad actual.

Hay muchos ámbitos en los que no existe un trato igualitario entre personas, y más siendo mujer; por ejemplo, cuando vamos al médico a revisiones ginecológicas. Si te hablo de mí y a día de hoy, yo no he encontrado muchas barreras, pero en general, queda mucho trabajo por hacer en la sociedad y el trato hacia las mujeres con discapacidad intelectual.

Siempre hablamos de las desventajas y desigualdades que se encuentran las personas con discapacidad, pero alguna vez has recibido algo que creyeras que no conseguirías si no fuese por tener discapacidad?

No, yo todo lo que he conseguido ha sido por el trabajo y esfuerzo que he hecho durante todos estos años. Gracias al apoyo que he tenido desde mi entidad, Plena inclusión Montijo, y desde mi federación, Plena inclusión Extremadura, he conseguido todo lo que tengo.

¿La inclusión plena es posible?

Sí que lo es, rotundamente. Pero hay que seguir luchando para que la sociedad se ponga en la piel de las personas con discapacidad intelectual y que no se nos siga discriminando en el día a día.

Cuánto de importante es el papel y la labor de entidades como Plena Inclusión o la Asociación Paz y Bien, dedicadas a la defensa y promoción de los derechos de las personas con discapacidad.

Es fundamental. Si no existieran, las personas con discapacidad intelectual estaríamos encerradas en casa sin salir, en un ambiente más familiar y gracias a las federaciones y entidades estamos en la calle, entre compañeros, empleados, nos ofrecen formación, recibiendo apoyos sociosanitarios, utilizando los mismos recursos que cualquier otra persona e incluidos en la sociedad.

Un mensaje a las administraciones y empresas de nuestro país que no cuentan con las personas con discapacidad en el mundo laboral.

Para nosotros, las empresas y administraciones tienen una labor muy importante: dar trabajo a personas con discapacidad intelectual para que tengan más empoderamiento, más independencia y puedan disfrutar de la vida como lo puede hacer cualquier otra persona. Pero tienen que darnos la oportunidad de ver todas las capacidades que tenemos como trabajadores, porque si no lo ven, no nos la dan.

Un mensaje para otras mujeres con discapacidad.

Las mujeres con discapacidad intelectual nos tenemos que unir para luchar por nuestros derechos como mujer, reivindicarlos a la sociedad y estar presentes en todos los ámbitos. Y que vean que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos con los apoyos necesarios.